S.E. Mons. Eugenio Andrés Lira Rugarcía
VI OBISPO DE LA DIOCESIS DE MATAMOROS-REYNOSA
VIDA Y OBRA
Hijo primogénito del matrimonio formado por el Ing. Químico Eugenio B. Lira y la Sra. Guadalupe Rugarcía y Bou (finados), nació en la Ciudad de Puebla, México, el 24 de julio de 1965. Su única hermana se llama Gabriela.
Cursó su educación primaria (1971-1978), secundaria (1978-1981) y preparatoria (1981-1984) en el Colegio Benavente de Puebla, a cargo de los hermanos de las Escuelas Cristianas (Lasallistas). En 1984 ingresó a la Congregación del Oratorio de San Felipe Neri de Puebla, realizando estudios de Filosofía y Teología en el Pontificio Seminario Mayor Palafoxiano de Puebla (1984-1991), al tiempo de prestar servicio como Responsable de la casa de Formación del Oratorio de Puebla (1986-1995). En el templo de dicha Congregación, “La Concordia”, recibió el diaconado el 27 de mayo de 1990 y el 22 de febrero 1991 fue ordenado sacerdote por S.E. Mons. Rosendo Huesca Pacheco, Arzobispo de Puebla.
En 1992 participó en el II Curso Internacional para Formadores de Seminarios de la Academia Regina Apostolorum (Novara, Italia). En 1993 el Delegado de la Sede Apostólica para las Congregaciones del Oratorio de San Felipe Neri, P. Michel Napier C.O., lo confirmó como Rector de la Casa de Formación, nombrándolo además Maestro de Novicios, Responsable del Oratorio Laical y Sacristán del Templo “La Concordia”.
S.E. Mons. Rosendo Huesca Pacheco, Arzobispo de Puebla, lo nombró profesor en el Pontificio Seminario Mayor Palafoxiano de Puebla (1993-2001), del que más tarde lo designó también Padre Espiritual (1997-2001). En 1995 inició estudios de postgrado en Filosofía, obteniendo el grado de licenciatura por la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (2002).
Solicitada y concedida la exclaustración de la Congregación del Oratorio, se incardinó a la Aquidiócesis de Puebla (1998), donde fungió como Vicario parroquial en la Parroquia de Nuestra Señora del Sagrado Corazón (1995-1996), en la Parroquia de Nuestra Señora de la Esperanza (1996-2010), y como Rector de la Iglesia Virgen del Camino (2010-2011). También prestó servicios como Director del Centro Internacional de la Divina Misericordia (1997-2016) y como Presidente de la Comisión Diocesana de Comunicación Social (1999-2016). En la Provincia Eclesiástica fue Coordinador de la Pastoral de Comunicaciones de las Diócesis de Puebla, Tlaxcala, Huajuapan de León y Tehuacán (2002).
El 24 de febrero de 2011 el Papa Benedicto XVI lo nombró Obispo Auxiliar de Puebla. El 12 de abril de 2011 recibió la ordenación episcopal de manos S.E. Mons. Víctor Sánchez Espinosa, Arzobispo de Puebla. De 2011 a 2016 sirvió como Vicario General y Vicario Episcopal para la Vida Consagrada, acudiendo también a las parroquias y capellanías de las seis zonas pastorales (Norte, Oriente, Centro, Poniente, Sur, Urbana).
De 2012 a 2015 fue Secretario General de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) y, por oficio, miembro del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM). En 2016 fungió como Coordinador General del Viaje Apostólico del Papa Francisco a México. Actualmente es responsable de la Dimensión de Creación de Diócesis y Provincias Eclesiásticas de la Conferencia del Episcopado Mexicano
El 22 de septiembre de 2016, el Santo Padre Francisco lo nombra Obispo de Matamoros. El 22 de noviembre de 2016, Mons. Eugenio Lira comienza su servicio episcopal en la Diócesis de Matamoros, como su VI Obispo. Actualmente participa como primer vocal de la Comisión Episcopal para la Pastoral de la Comunicación de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
ESCUDO EPISCOPAL Y SIGNIFICADO
1. De acuerdo a la heráldica para obispos, en el escudo episcopal de Mons. Eugenio Lira, aparece el capelo o sombrero religioso, del cual penden, a derecha e izquierda, idénticas series de seis borlas verdes.
2. En el centro se encuentra la cruz de una sola traversa. En la parte superior aparece el corazón de Jesús, Palabra eterna del Padre, de cuya misericordia brotan, como dones del Espíritu Santo, los rayos azul y rojo, que hacen referencia a los sacramentos del Bautismo, de la Penitencia y al sacramento de la Eucaristía. El fondo dorado confiesa la divinidad del Jesús.
3. En la parte inferior derecha se encuentra un símbolo de Santa María de Guadalupe: la flor de su túnica, que representa la nueva civilización fundamentada en Cristo, en quien alcanza la plenitud de la vida, la belleza y la verdad.
4. En la parte inferior izquierda aparece un ángel que tiene un doble significado; por una parte, representa al arcángel San Gabriel, patrono de las comunicaciones sociales, quien ofreció la mejor y definitiva noticia: la encarnación salvífica del Hijo de Dios. Por otra parte, hace referencia a la Iglesia de Puebla, custodiada por los ángeles de Dios. El fondo rojo expresa que, como Santa María de Guadalupe y el Santo Arcángel, debemos ser heraldos de la redención realizada mediante la Sangre de Cristo.
EL OBISPO EN LA TRADICIÓN
La Palabra Obispo procede del latín “episcopo”, que se traduce como “vigilar”. El Obispo aparece en la tradición cristiana, en el libro de los Hechos de los Apóstoles, allí leemos cómo San Pablo dejó a Timoteo y Tito como guías de la comunidad, para que “vigilaran” la vida cristiana de aquella comunidad.
En el siglo II d.C. San Ignacio de Antioquía, uno de los Padres de la Iglesia, habla sobre el ministerio del Obispo, como sucesor de los apóstoles y guía de la Iglesia. A lo largo de los años, el Magisterio de la Iglesia, a la luz del Espíritu Santo, va respondiendo a las necesidades propias de los tiempos, en el servicio del triple ministerio: de enseñar, santificar y regir.
- Enseñar. El Obispo predica y enseña a través de la homilía, por medio de las cartas pastorales, por el contacto con los diversos sectores de la Diócesis.
- Santificar. El Obispo es el principal administrador de los ministerios de Dios entre los fieles.
- Regir. El Obispo debe guiar a los fieles en la caridad bajo la figura de pastor y siervo
SÍMBOLOS:
MITRA: representa la dignidad episcopal y es signo de las virtudes que deben resplandecer en este ministerio.
ANILLO: representa el compromiso del Obispo con su Diócesis, símbolo de amor esponsal de Cristo por su Iglesia.
HERALDICA: es tradición que los Obispos tengan su propio escudo. Los Obispos confeccionan su escudo con simbolismos que indican su ideal de vida, y hacen referencia a hechos ó experiencias pasadas, ó que aluden a elementos vinculados a su programa episcopal.
SOLIDEO: del latín “solus” , solo, y “Deo”, a Dios. Es de color violeta y simboliza la protección de Dios y la dedicación solo a Dios.
BACULO: simboliza el pastoreo que realiza entre los fieles.
CRUZ PECTORAL: es la manifestación externa de la consagración a Cristo y a su Iglesia.