H. Matamoros, Tam., 27 de enero de 2019
Frente a la situación laboral que estamos viviendo en Matamoros, inspirado en la Doctrina Social de la Iglesia (cf. Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, 547 y 548) y en el Mensaje que el Papa Francisco dirigió al mundo del trabajo durante su Visita Apostólica a México (Ciudad Juárez, 17 de febrero de 2016), me permito compartir algunas reflexiones que quizá puedan ser de utilidad.
1º Es muy importante que en este proceso actuemos con prudencia, virtud que dispone para discernir el verdadero bien y elegir los medios adecuados para llevarlo a cabo, y que hace posible tomar decisiones realistas, responsables y coherentes.
2º Recordar que, aunque en ocasiones puedan considerarse como antagonistas, en realidad a los trabajadores y a los empresarios los une la misma responsabilidad: generar espacios de trabajo digno y útil para la sociedad.
3º Tomar conciencia de que las decisiones de hoy tendrán repercusiones en el futuro. Así, pensando en el Matamoros que queremos dejarle a nuestros hijos, disponernos a buscar acuerdos que beneficien a todos y nos permitan convivir unidos, progresando y en paz.
4º Tener en cuenta que aunque en una negociación no sea fácil armonizar todas las partes, termina haciendo más daño no negociar, y así estar dispuestos a dialogar, a comparar propuestas y a negociar, sabiendo perder un poco para que todos ganen.
Pongamos en manos de Dios, que se interesa por nosotros, todas nuestras inquietudes (cf. 1 Pe 5, 7). Él siempre está cerca (cf. San Agustín, Sermón 171). Que la Madre de Guadalupe nos ayude a comprenderlo, y así saber dialogar, comparar propuestas y negociar, conscientes de que, como dice el Papa, “todos estamos en el mismo barco”.
+Eugenio Andrés Lira Rugarcía
Obispo de Matamoros