H. Matamoros. El 4 de julio celebramos esta fiesta en honor de la patrona de la Diócesis y de este templo parroquial.
Esta advocación de la Santísima Virgen ha infundido un gran fervor en el pueblo cristiano ocasionando la conversión de muchos pecadores. Es la razón de llamarla “Refugio de los pecadores”. En ella expresa la Virgen María su protección maternal.
Y nos encomendamos a su protección en estos tiempos difíciles, donde la violencia, corrupción y egoísmo parecen ser los guías de mucha gente que no conoce el amor de Dios.
Les invitamos como familia para participar de las fiestas.