“Ahora los llamo amigos” (Jn. 15, 15b)
Esta cita bíblica quizá algo corta, pero con una gran enseñanza cuando de inclusión se trata, esto quedó de manifiesto recientemente cuando amigos y familiares del pequeño Héctor Manuel, acudieron a la Parroquia de Nuestra Señora de San Juan de los Lagos en la Colonia Cumbres de Cd. Reynosa, para dar gracias a Dios por la vida de Manuelito, como cariñosamente lo llaman.
Manuelito es integrante de la Catequesis Especial Vicentina, que está presente en algunas Parroquias de nuestra Diócesis de Matamoros y que tiene como objetivo compartir y dar a conocer el amor de Dios a los amigos especiales (Síndrome De Down, entre otros) integrándoles plenamente al dinamismo de la Iglesia.
Manuel en su acción de gracias en la Iglesia
En el libro del Levítico 19,14 nos dice, “No maldecirás al sordo, ni pondrás tropiezo delante del ciego, sino que tendrás temor de tu Dios, yo soy el Señor“. La señora Yolanda Vicencio Diego, mamá de Manuelito, es quien comparte la historia de cómo es su vida con un padecimiento pocas veces diagnosticado: “Mi hijo tiene el Síndrome de Rubinstein Taybi, no es muy conocido ni muy común tampoco, me decían que no iba a poder caminar, no iba a poder hablar, y que iba a tener una vida como un vegetal. Cumplir 15 años siempre será motivo de celebración mas aún, cuando al nacer, los médicos le daban pocas esperanzas de vida”.
“Me dijeron que iba a tener muy corta vida, que a los 12 o 13 años el podía morir, entonces me dije, si El me lo deja yo le voy hacer una fiesta a mi hijo a los 15 años”
La señora Yolanda cambió la manera de pensar poco después del nacimiento de Manuel, cambio el decir ¿por qué?, por el de ¿para qué?, ante un pronóstico de muerte por parte de la ciencia médica; el refugio más fuerte es la Palabra de Dios, es El, quien nos da vida “…Dios es el que tiene la última Palabra y es Dios quien ha conservado a Manuel hasta ahorita y es El que me ha dado la fuerza para sacar a mi hijo adelante”.
Llegó el día y luego de los años, al festejo de Manuel acudió una de sus maestras, Judith André, acompañada por integrantes del Moto club “Desterrados”, hombres y mujeres de negro, de apariencia ruda, pero de buen corazón, quienes se sumaron al festejo de los 15 años de vida del ahora joven Manuelito. Dios le permitió vivir. Dios obra en nuestras familias.
El día de los “15” de Manuelito
Así como Manuelito, muchos niños participan de la Catequesis Especial Vicentina que tanto ayuda y da esperanza a muchos niños.
Víctor Guerra
En este Link puedes encontrar los lugares donde tiene presencia la catequesis especial Vicentina en nuestra diócesis.
http://www.catequesisespecial.org/pages/evangelizacion.php